Cuando hablamos, queremos decir cosas, pero sólo decimos palabras. Nos hacemos la ilusión de que nos transmitimos cosas transportándolas con la voz; hablamos como si el nombre fuese una de las propiedades de las cosas: algo así como su código generador, su ADN.
Entonces nos preguntamos ¿ que son en realidad las palabras? ¿Simples sonidos transportados por el viento, suspiros olvidados en el recuerdo de nuestra memoria, pensamientos olvidados en el baúl de recuerdos?? Las palabras en si mismas expresan diferentes estados emotivos, como la alegria “no sabes lo que me paso, estoy re contenta!!!”…, el llanto seguido por largos silencios, la confusion “que hago??”…, la euforia con el corazpon que saliendosenos del pecho parece que corre carreras , y muchas otras emociones que van mas alla de nuestra conciencia.
La significación de una palabra está por ensima de su oralidad o de su escritura, es la capacidad de poder expresarse libremente y cada una de ellas tiene una función y una significación que nos regala una esencia personal.
¿Cuál es la primera palabra que un niño dice al hablar? Mamá o Papá, aunque no están excentos de ésta mención aquellos que lo que primero dicen es el nombre del perro, de su juguete favorito o de la tía, sobrina, hermana o hermano hasta de la maestra del jardin.
Cuando somos pequeños, criaturas tan indefensas de la mano de un todopoderoso, no somos capaces de formular palabras, solo repetimos lo que escuchamos e intentamos imitar.
Con el paso del tiempo y la ayuda del colegio, aprendemos que esas palabras dichas pueden trazarse suavemente en una hoja, así escribimos por primera vez nuestro nombre.
En ese minúsculo mundo de nuestros cerebros y de nuestras vidas cabe muy poco mundo. Tenemos que dejarlo casi todo fuera. El que alardeemos de la infinita capacidad de nuestro cerebro no lo hace inmenso… Sólo construimos enormes catálogos de cosas, sin hacer nada más con ellas. Lo hemos hecho una y otra vez…con los ataques de furia, estando enamorados, mirandonos al espejo y dejando divagar nuestra mente…en fin, le hemos puesto nombres a las cosas como quien pone etiquetas aunque con bastante precipitación. Y luego, cuando empezamos a conocerlas, vamos recopilando listas y nombres.
Avanzada nuestra edad, y con solo unos pocos años mas recorridos por la senda de la vida, nos aferramos de las palabras que estan de moda o que pertenecen al circulo de amigos en el que nos desenvolvemos y seguimos recopilando palabras en nuestro catálogo.
Pasa el tiempo y las palabras quedan impregnadas en la memoria por el valor que nos transmiten: por eso cada palabra expresada es un sentimiento que vive en nuestro interior como un cofre de recuerdos.
...cada palabra utilizada en cada etapa de la vida, es recordada por cada uno de nosotros como una luz que sigue brillando hasta le fin de los tiempos y mantiene viva la llama de nuestro existir...
Nacha